Honduras: la dignidad de los maestros no tiene precio
Ida Garberi*
Esta noche, 26 de agosto de 2010, después de una marcha pacífica de maestros que reclamaban que se aplicaran los salarios mínimos y sobre todo que se despida el ministro de Educación, Alejandro Ventura, frente a la Casa Presidencial, los educadores, en lugar de ser recibidos por el presidente de facto Porfirio Lobo, fueron atacados con balas de verdad, bombas lacrimógenas y piedras de parte del ejército.
Edgardo Casaña, presidente del Colegio de Profesores Unión Magisterial Hondureño (COPRUMH), confirma que hay 7 profesores heridos y algunos parece que fueron alcanzados por las armas de fuego de los soldados, que con cinismo tiraron contra la multitud.
Los profesores se manifestaban por que el ministro encargado de la negociación, Arturo Corrales, cuando estaban a punto de tocar los puntos más difícil, se levantó de la mesa de los acuerdos, alegando más tarde que no tenía instrucciones acerca de los temas y rompió la posibilidad de acuerdos que se están tratando de lograr.
Los maestros hondureños están ocupando el Instituto Nacional de Previsión del Magisterio (INPREMA) para exigir el pago de las contribuciones que han pagado y que el Estado robó; si se continúa así, esta situación llevará la institución a la quiebra.
Además, reclaman el derecho de huelga y el bloqueo de la nueva ley de educación, que busca privatizar la escuela y eliminar el estatuto del maestro.
Casaña concluye que “condenamos la posición del presidente de facto Porfirio Lobo porque en lugar de ofrecer soluciones, demuestra que está dispuesto a resolver el problema de la enseñanza sólo con la represión”.
* periodista de defensoresenlinea.com
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