Honduras: la ley, esta desconocida
Ida Garberi*
“El desinterés es la ley del genio y de la vida”
José Martí
Después del golpe de estado cívico-militar del 28 de junio de 2009 sabemos perfectamente que Honduras es totalmente en las manos de los poderosos, de los que pueden comprar todo con el dinero.
En la colonia Cerro Grande, en Tegucigalpa, la situación no es diferente de la que está sucediendo en el Bajo Aguan y Zacate Grande: un hombre potente de origen palestina, con la arrogancia que el dinero puede comprarlo todo, está echando en el medio de una calle, aquellos pobres ciudadanos que con un gran sacrificio y en ciertos casos con préstamos de los bancos, construyeron su pequeña casa.
La pelea de las tierras es entre la familia Gómez y el palestino Hasbum Touché: la primera es la verdadera propietaria de las tierras desde el siglo 18°, mientras Hasbum en los años 60 se dedicó a comprar a los funcionarios para conseguir títulos de propiedad falsos.
Así que este sábado 4 de julio de 2010, temprano en la mañana, un juez de dudosa procedencia, que no quiso presentar ningún carnet, con dos trozos de papel que no tenían ninguna firma y ningún sello legal de la Corte Suprema (que además está de vacaciones por 15 días), pues sin valor, se presentó para echar de sus casas un número consistente de familias, con tractor y empleados de Hasbum (algunos armados con fusiles), además de la policía y un contingente de los Cobra, los cuerpos especiales contra motín.
Los pobres habitantes de la zona, que compraron el terreno de la familia Gómez, han visto destruidos todos sus sueños, sin poder hacer nada, amenazados por los fusiles de las fuerzas del orden.
El comisario de la policía Chamorro, presente en el lugar, me repite como 5 veces que lo que se tiene que subrayar es que nadie fue golpeado, que todo se hizo en forma civil, para él, dato fundamental del punto de vista periodístico.
¿Pero, me perdone comisario, quién cree que sería tan suicida de reaccionar abiertamente enfrente a todo esto despliegue de fuerzas armadas?
¿Quién cree quiera ganarse una persecución permanente de la policía, como está sucediéndole a Edwin Espinal, el chico que tuvo el coraje de denunciar las torturas que le hicieron en la estación de policía número 4 de Tegucigalpa?
Los uniformados son preocupados del odio que el pueblo siente verso de ellos: ¿no se dan cuenta que están exasperando la población?
La brutalidad y la continua negación de la existencia de una voz del pueblo sólo demuestra la ignorancia de estas 10 familias oligarcas que están gobernando el país, que no han escuchado nunca esta frase de Concepción Arenal, una socióloga española del siglo 19°, que afirmó… “todo poder cae a impulsos del mal que ha hecho. Cada falta que ha cometido se convierte, tarde o temprano, en un ariete que contribuye a derribarlo”.
*periodista de defensoresenlinea.com
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