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Tigridia y los indios Piccaninny

Ahora, sólo depende de nosotros

Ahora, sólo depende de nosotros

Ida Garberi * 
 
“Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad”.
Albert Einstein 
 
El patio de la sede del ICAP (Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos) en el corazón del Vedado, en La Habana, el 31 de julio de 2009, se presenta muy variopinto y vivo; sentados y escuchando una conferencia sobre los Cinco cubanos hay casi 300 norteamericanos, cerca de 140 son participantes de la Brigada Venceremos y los demás pertenecen a la Caravana por la Paz de Lucius Walker, es un pueblo entero muy atento, que no pierde ninguna palabra del abogado Roberto González, hermano de René, uno de los Cinco cubanos prisioneros políticos del imperio.  
Acompañandolo, como representantes de los familiares de los Cinco, están también Adriana Pérez, esposa de Gerardo Hernández, otro hermano de lucha injustamente encarcelado, Rosa Aurora Freijanes, esposa de Fernando González, otra víctima del odio político de los yanquis hacia Cuba e Irma Sehwerert, madre de Renè. 
Cuando entro en el patio percibo una atmósfera electrizante, viva, solidaria, internacionalista, sonrío sola pensando en todos estos hombres y mujeres, que están desafiando el bloqueo de su gobierno, el norteamericano y sobre todo quieren empeñarse para hacer todo lo posible para liberar a los Cinco cubanos, para demostrar que ellos no están de acuerdo con la mayoría, imperialista y clasista, de nuestros vecinos del Norte. 
Roberto nos hace un pequeño resumen del caso, explica sobre todo la última infamia de la Corte Suprema, que no aceptó reexaminar el caso de los Cinco cubanos, a pesar de los 12 Amicus presentados por la defensa. 
En la historia jurídica de EE.UU. jamás había sido elaborado tan elevado número de documentos de amigos de la Corte (amicus curiae brief), en apoyo a la petición presentada por la defensa en un caso.
Pero nada de esto sirvió, para los yanquis, Gerardo y René tendrán que terminar sus condenas (Gerardo tiene que morir y volver a nacer dos veces y expiar 15 años para poder considerarse libre; mientras que René, después de haber pasados 15 años en la carcel sólo por defender su patria, tendrá que arriesgar su vida durante tres años de detención domiciliaria en la boca del lobo, en el mismo Miami, fragua del odio anti-castrista) y Ramón, Antonio y Fernando esperan nuevas sentencias de la misma jueza fascista que dirigió el circo jurídico del proceso, sanciones que deberían ser emitida el 13 de octubre de 2009. 
¿Y, nosotros, los hombres de buena voluntad podemos quedarnos callados y mudos alante todo esto? 
En mis oídos siento el eco de las palabras vibrantes de Roberto: “Ahora, sólo depende de nosotros”. 
Y es verdad, personalmente, siendo parte del Comité Internacional por la Libertad de los Cinco aquí en La Habana, me considero aún más responsable e intranquila pensando en mis hermanos prisioneros, y creo, que todos estos ciudadanos norteamericanos que escuchan atentos a Roberto, tienen en sus manos las llaves de las celdas: la solidaridad es la única arma que puede devolverles la vida a nuestros héroes. 
Las voces de estas personas unidas y gritando contra la injusticia pueden llegar a los oídos de los otros norteamericanos, sacudirlos, contarles todas las violaciones de los derechos humanos perpetradas contra ellos y sus familias y llegar a la victoria, que sería un sola: LIBERTAD.  
Después de la intervención de Roberto, los presentes empiezan a hacer preguntas y una chica pide que se le aclare si la reciente visita a Cuba de los Congresistas del Cauco Negro de los EE.UU. pudiera influir en un futuro en la liberación de los Cinco o en la entrega de los visados de entrada a los EE.UU de las dos esposas, las quales después de 11 años todavía ven negado un sagrado derecho internacional. 
Quien toma la palabra es Adriana, persona que yo admiro intensamente, y con toda su calma y seguridad (a pesar de estos largos años de un doble sufrimiento absolutamente inmerecido) recuerda que justo el mes pasado le fue negado, por enésima vez la visa de entrada para visitar a Gerardo: ¿pero entonces, dónde están las promesas que los congresistas le hicieron? 
Es triste tener que llegar a esta terrible conclusión: todas las promesas hechas por el nuevo gobierno de Obama sólo quedan como palabras vacías, hipócritas, la espera de una abertura hacia Cuba no tiene ya sentido (temo que no llegue nunca, si no sucede un milagro) y como el líder venezolano Chávez afirma, el mismo presidente yanqui parece prisionero en un laberinto terrible. 
Siguen las intervenciones, entre otras, el abogado José Pertierra reiteró que este es un caso político que tendrá una solución política, pues incluso un fallo judicial favorable sería fruto de la solidaridad, y calificó a estos grupos de solidaridad de embajadores de la verdad y de esta lucha ante el pueblo de Estados Unidos y sus gobernantes.
Esperanza Martel Gaitán, una de las fundadoras, en el 1969, de la Brigada Venceremos, que justo este año celebra sus 40 años desafiando el bloqueo para defender el derecho a la solidaridad con el pueblo cubano desde los EE.UU., es originaria de Puerto Rico y pide la palabra para recordar la propuesta del cambio, es decir hacer un “gesto por un gesto”, que Raúl Castro ofreció a la administración  de Obama en el diciembre del año pasado, en una rueda de prensa después de la reunión del Grupo de Río, en Brasil. 
Es ella quien nos hace recordar a sus cuatro compatriotas, Lolita Lebrón, Rafael Cancel Miranda, Irving Flores y Oscar Collazo, que fueron liberados por los Estados Unidos después de 24 años de cárcel y gracias a las negociaciones dirigidas por Cuba para conseguir, en el 1979, “un gesto unilateral y humanitario”, como afirmó el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro. No pasaron diez días de la liberación de los puertorriqueños que Cuba puso en libertad a tres ciudadanos norteamericanos que habían pasado 10 años en las cárceles cubanas. 
Pero entonces, Esperanza no entiende por qué Obama no contesta a la proposición de Raúl, que le ofrece a los 54 mercenarios de la prensa, conocidos erróneamente como periodistas independientes (creo que existen pocas personas así dependientes al vil dinero, dispuestas a todo para subvertir totalmente el estado de derecho!) por los nuestros Cinco Héroes, sólo culpables de querer mucho a su patria y de sacrificar los mejores años de sus vidas para defenderla del terrorismo.   
“Una vez más la respuesta es encerrada en la solidaridad, está en nuestras manos,  tenemos que lograr que la verdad se abra paso, que el ciudadano común sepa de esta terrible injusticia, llegar más a universidades, escuelas, comunidades, gremios, hacer lobby en el Congreso y presionar por todas las vías, desde e-mails y avisos pagados hasta actos de desobediencia civil”, afirma Esperanza.  
Otra gran activista de siempre a favor de Cuba, Gloria La Riva, coordinadora del Comité “Free the Cuban Five!” en los Estados Unidos, recuerda su experiencia del año pasado, cuando fue detenida en Washington durante una manifestación por los Cinco; este hecho obligó a la prensa nacional a escribir la razón de su protesta, y demostró que la desobediencia civil es necesaria para atraer a los medios de comunicación. 
Después de un largo aplauso a los familiares de los Cinco se concluye la conferencia y yo me quedo charlando con Gloria La Riva y Marco Papacci, secretario del Círculo de Roma de la Asociación de Amistad Italia-Cuba. Gloria felicita a Marco por el trabajo desarrollado por el círculo, que logró hacer una campaña con fotos de personajes famosos que piden la libertad para los Cinco, en la prensa italiana.  
Es la primera vez que hablo con Gloria y quedo impresionada por sus calidades humanas y por su gran disponibilidad, mientras me invita a conocer a otros miembros de la brigada Venceremos, de la qual también, ella es miembro. 
Quedo muy sorprendida con una compañera afronorteamericana que es profesional de la rama de Derecho, y desafía el bloqueo para visitar el Caimán Verde desde el 1972. Me cuenta que desde la primera visita se sintió feliz por constatar de cómo el estado cubano se ocupa de su pueblo, y que este puede vivir con la tranquilidad de que no estará nunca solo. 
“Cuando vengo aquí se me abre el corazón y sé que un mundo mejor es posible”. 
Antes de partir para Cuba, los participantes a la Brigada enviaron una carta a Obama, comunicándole su recorrido de viaje, despreocupados por las posibles sanciones. 
Cuando le pregunto a la simpática compañera si no tiene miedo de ser sancionada, ella que es una mujer de ley, me sonríe tranquila y afirma que la Constitución de los EE.UU. defiende el derecho de los norteamericanos a viajar a cualquier país: por las absurdas leyes producidas sobre indicaciones de los controrevolucionarios de Miami sólo podrían sancionarla si tuvieran pruebas de que ella había gastado su dinero en Cuba. 
“Todo esto me lo deben probar concretamente….cosa prácticamente imposible”. 
Entonces el mensaje de los participantes de la Brigada Venceremos está claro: para defender lo que representa Cuba, contra el bloqueo y para liberar a nuestros Cinco hermanos sólo sirve el ánimo de luchar sabiendo que todas son causas justas y nobles, que la victoria final sólo depende de nosotros, de la fuerza de nuestra irreverencia de saber ser duros sin perder la ternura, como dijo nuestro gran Guerrillero Heroico, Ernesto Che Guevara.    
*la autora es la responsable de la página en italiano del sitio web de Prensa Latina 

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