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Tigridia y los indios Piccaninny

Cuba pro Honduras: doce años de una cooperación médica cubana generosa

Cuba pro Honduras: doce años de una cooperación médica cubana generosa

Ida Garberi*

“Ser internacionalista es saldar nuestra propia deuda con la humanidad. Quien no sea capaz de luchar por otros, no será nunca suficientemente capaz de luchar por sí mismo”.

Fidel Castro

 

“Era el 3 de noviembre 1998, cuando llegó a Honduras la primera brigada médica cubana, con 14 trabajadores de la salud, precisamente en La Ceiba. El huracán Mitch había dejado en el país centroamericano, una situación desesperada, las inundaciones y los deslizamientos de tierra mataron a unas 6.500 personas y miles de personas fueron desaparecidas. Muchas de las víctimas no identificadas fueron enterradas en fosas comunes, creando así una gran incertidumbre sobre la cifra de los muertos. Aproximadamente el 20% de la población, tal vez hasta 1,5 millones de personas quedaron sin hogar.

Grandes pérdidas de cosechas han dejado a muchas personas al borde de la inanición, mientras que la falta de higiene causaba el riesgo de una epidemia de malaria, o de dengue o de cólera. Los cubanos trajeron con ellos seis toneladas de medicamentos, dos hospitales de campaña y equipo especial en casos de desastres naturales, sea por la prevención clínica, sea por la promoción de la salud. Uno de los objetivos era precisamente para prevenir y controlar posibles brotes de enfermedades transmisibles, características de los desastres”.

Quién me está contando esta historia de solidaridad es la responsable de la misión médica cubana en Honduras, Iliana Morales que llegó al país centroamericano el enero de 2009.

La doctora cubana me señala que en 1998 no existían relaciones diplomáticas entre Cuba y Honduras, hasta el año 2002, tras la decisión de Carlos Flores, que fue quien  propició otra vez los contactos: sin embargo, los cubanos no han dudado en dar su apoyo.

Iliana, como todos los cooperantes cubanos que conocí, está muy orgullosa de ser una activa colaboradora  en el proyecto de cooperación médica cubana, creada por el propio Fidel Castro, después del triunfo de la Revolución Cubana, en el 1960. El mismo comandante en jefe, dijo en un discurso del 2005 que “hay que formar a los médicos que requieran los campos, las aldeas, los barrios marginados y pobres de las ciudades del Tercer Mundo.  Incluso en países inmensamente ricos, como Estados Unidos, decenas de millones de afroamericanos, indios, inmigrantes latinos, haitianos y otros, carecen de programa y asistencia médica. Nosotros ofrecemos formar profesionales dispuestos a luchar contra la muerte.  Nosotros demostraremos que hay respuesta a muchas de las tragedias del planeta.  Nosotros demostramos que el ser humano puede y debe ser mejor.  Nosotros demostramos el valor de la conciencia y de la ética. Nosotros ofrecemos vidas”.

Y para demostrar que Cuba no solamente habla,  sino que  actúa de forma  eficaz, publico una tabla que me proporcionó la Embajada de Cuba en Honduras, con datos de los asistidos hasta marzo de 2010:

Indicadores

Acumulado hasta 2009

1er trimestre 2010

Acumulado hasta marzo 2010

Casos vistos (CV)

22616942

446784

23063726

Total de cirugías

636788

13623

650411

De ellas cirugía mayor

110103

2411

112514

Partos

110086

2263

112349

Procederes de enfermería

4993280

155724

5149004

Exámenes de laboratorio clínico

511641

45223

556864

Exámenes de Imagenología

47738

3362

51100

Vidas salvadas

237305

124

237429

Los casos vistos incluyen los de la BMC (brigada medica cubana) y de OM (Operación Milagro).

El proyecto de cooperación cubana en Honduras era complejo y no sólo de medicina, se ocupaba de diferentes ámbitos, para tratar de hacer la vida más aceptable a la población más necesitada en uno de los países más pobres de América Latina. Trabajaba en colaboración con la Red de Solidaridad de Xiomara Castro, esposa del ex presidente Manuel Zelaya Rosales: se estudió por primera vez la comunidad para conocer sus necesidades y, a continuación venia la estructura del plan de intervención. En Honduras estaban cooperando con el sistema educativo cubano "Yo, sí puedo" (que estaba trabajando para declarar al país libre de analfabetismo en 2015), con el objetivo de mejorar el sistema educativo más retrógrado de Centroamérica, según cifras de la ONU. Pero lamentablemente después de la ruptura del orden constitucional el 28 de junio 2009, el proyecto fue bloqueado, se les ha permitido permanecer sólo a los médicos cubanos, que son, en abril de 2010:

 

 

 

No.

Departamento

Total

Hombres

Mujeres

1.  

Distrito Central

44

21

23

2.  

Intibucá

22

9

13

3.  

Yoro

23

12

11

4.  

Santa Bárbara

21

4

17

5.  

Cortés

32

12

20

6.  

El Paraíso

6

4

2

7.  

Olancho

17

7

10

8.  

Atlántida

8

4

4

9.  

Comayagua

9

4

5

10.                        

Choluteca

11

5

6

11.                        

Ocotepeque

6

5

1

12.                        

Colón

6

3

3

13.                        

La Paz

4

0

4

14.                        

Copán

8

3

5

15.                        

Lempira

3

2

1

16.                        

Islas de Bahía

4

3

1

17.                        

Valle

2

1

1

18.                        

Gracias a Dios

1

1

0

 

TOTAL

227

100

127




Antes del golpe de estado cívico-militar se estaban haciendo profundas investigaciones epidemiológicas para combatir diversas enfermedades en el país, especialmente se trataba el problema del SIDA y la influencia AH1N1, había dos proyectos financiados por la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que eran la creación del instituto para el estudio de las enfermedades infecciosas y un instituto para la formación de técnicos de la salud.

Cuando ocurrieron los hechos excepcionales se detuvieron muchos proyectos, incluso el estado cerró algunos hospitales, pero los médicos cubanos nunca se han sentido derrotado, de hecho, han incrementado sus servicios para cubrir las  ineficiencias de la nación hondureña.

Además, se crearon cátedras honoríficas y multidisciplinarias, una revista científica, jornadas científicas e incluso un festival de aficionados, los médicos continuaron sus funciones, todo el tiempo, sin abandonar a sus pacientes: fieles a su mandato, ni siquiera preocupados por el estado de sitio, los toques de queda que se declararon por un tiempo, ellos siguieron ofreciendo sin reservas su solidaridad. También continuó la formación de médicos y técnicos de la salud, para que las semillas del trabajo cubano puedan dar sus frutos también desde el punto de vista académico, incluso entre los trabajadores de salud locales.

Salvador Tamayo, quien es el doctor responsable de la Brigada Médica Cubana en el departamento de Francisco Morazán que incluye, además de la capital, a 26 municipios, me cuenta que la gran mayoría de dichas comunidades están habitadas por una población con enormes necesidades, él me confiesa lo difícil que es trabajar para un médico internacionalista cubano en Honduras.

Por ejemplo, en Guaimaca, un municipio del distrito "Francisco Morazán", hay cuatro centros de salud del estado, pero sólo con un médico hondureño disponible, que trabaja tres horas, sólo por la mañana.

Así que el médico cubano asignado a esta área, trabaja 24 horas sobre 24, también se ocupa de las emergencias en un área de cerca 30.000 personas, y lamentablemente todo esto comenzó después del huracán Mitch, cuando se crearon áreas donde la gente construyó sus viviendas de forma anárquica, sin ningún control ni ayuda del estado, así que muchas veces no tenían, ni tienen ahora, tampoco los servicios básicos, con todo lo que esto implica.

Para concluir estas reflexiones sobre el heroísmo de estos hombres y mujeres que dejaron a sus familias en Cuba, no sin quebranto, y que siguen su vocación de llevar la salud al prójimo, hay que destacar que han hecho plenamente suyo los conceptos internacionalistas del Che Guevara, contribuyendo con su trabajo conjunto a la nueva idea del internacionalismo en Cuba

Hoy en día, las características del internacionalismo son el alentar el multilateralismo, es decir, propugnar por un mundo equilibrado en el dominio de los poderes, evitando que el liderazgo y el control esté concentrado en una única potencia mundial, o en un poder hegemónico.

Entonces su carácter está orientado a crear interdependencias, interconexiones, complementariedades formales e informales entre países.

Por eso el llamado es a invadir el mundo pero nunca para dominar, ni controlar recursos, sino para hacer realidad el desarrollo integral; con médicos, enfermeros, maestros, profesionales, para eliminar para siempre enfermedades, ignorancia, crisis, sufrimientos, cegueras, desesperanza, aportando la mitad de los panes que Cuba tiene.

* la autora es responsable de la página web en italiano de Prensa Latina

 

 

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